Existen algunos problemas o heridas que podemos solucionar nosotros mismos, pero existen otras en los que será de vital importancia llamar al veterinario. Hágalo cuanto antes siempre que:
El caballo tenga una temperatura mayor de 38º C.
Si ha sangrado abundantemente o tiene cortes de importancia.
Si muestra un carácter extraño.
Si presenta síntomas de dolor evidentes.
Si saliva en abundancia; puesto que puede ser el síntoma de haber comido alguna hierba nociva o haberse clavado algo en la boca.
Si se tambalea al andar (puede haberse envenenado).
Si parece que intente vomitar, arqueando el cuello y el dorso y haciendo esfuerzos con los músculos de la barriga (puede existir algún problema en el esófago).